La espiritualidad como camino
El ¨Despertar de Conciencia¨ es en sÃ, la percepción total de un nuevo nivel de existencia la integración completa de nuestros opuestos y la trascendencia hacia nuestra espiritualidad.
Este término también admite muchos usos, ya que puede sugerir religiosidad, elevación, meditación, sentimientos sublimes, la visita a templos y hasta orientalismos, estas asociaciones pueden ser legÃtimas y aceptables, pero el sentido de la espiritualidad como verdadero concepto tiene que ver con el sentido pleno de nuestra naturaleza divina, con una visión muy elevada de una conciencia despierta y esa misma elevación convocan una perspectiva que, si bien posee algún grado de dificultad, es parte de nuestro destino como ¨seres divinos en una experiencia una humana¨ de aprendizaje en este plano con el objetivo de sublimar la densidad de nuestra personalidad, pudiendo atravesar la depresión.
Lograr mantener una verdadera espiritualidad no es fácil, implica un compromiso con nuestra naturaleza y propósito, en dirección hacia nuestra existencia. Esto implica aceptar nuestro origen y comprender que es parte de nuestro recorrido en este planeta, asà alcanzar una visión integrada de la realidad interna y externa que nos permite acceder a nuestra evolución consciente.
Si uno intenta de espiritualidad y crecimiento personal alguna manera el truco del descarte, es decir, tener la mÃnima intención de dejar a fuera lo que no nos colma o gusta, ese recorte supone también una gran incapacidad para la aceptación de la vida, aquello que nos invita a experimentar ambas caras de la realidad
La espiritualidad no es solamente esperar o desear un mundo de paz y sin problemas, es más bien aceptar el valor de la complejidad indomable en la que vivimos sin lograr poder evitarlo, esto lo explica detalladamente en los libros espirituales de Christian Franchini.
Para seguir un camino espiritual no es necesario abrazar dogmas ni creencias ciegas, ya que lo necesario es descubrirnos en nuestra verdadera dimensión. Tampoco hace falta meditar de una forma determinada ni hablar en diminutivo. Lo auténticamente espiritual es darse cuenta de que la verdad está en todas partes, convergiendo en nuestro interior como un puzle que se ordena en nosotros, solo cuando logramos acceder a nuestro centro/interior.